¿Qué tal tu finde xxl? Por acá, volvimos
Venimos con un par de recos para volarte el craneo. Disfrutá :)
Polvo gris
Sol G.
La noche anterior no había puesto alarma porque estaba destruida de una semana de excesos sociales, y tenía sentido faltar a entrenamiento, porque cuando uno se pone excusas, la cabeza se lo cree, y siente que te mereces faltar, que es una manera de cuidarte, de mimarte, de derrochar ese esfuerzo monumental que venís construyendo semana a semana de no faltar al gimnasio, de eso que te hace bien y te llena de endorfinas, pero una vez que empezás con la falta de compromiso, el pico desciende para nunca volver a su nivel más alto. Cuando me levanté con diez llamadas perdidas de mi hermana y un mensaje que decía llamame urgente, automáticamente pensé que mi madre se había muerto en un accidente de auto y que nos habíamos quedado huérfanas. Con lagañas todavía en mis pestañas, la piel grasosa por las partículas que largan las sabanas de noche, le devolví el llamado. Me atendió llorando, que se había quemado todo decía, que se quemo qué, la obra, cual obra, la obra de mamá, el campo, ah le dije yo, ¿todo, todo?
Acordamos encontrarnos en su casa para darle la noticia entre las dos, no vaya a ser que una se haga cargo de ese momento sola, había que mostrarnos como un ente unido, una fortaleza inquebrantable capaz de mantenerla a flote, evitar que sus piernas la vuelvan inestable y la destierren.
Le dijimos, fuimos, y sí, fue un drama, asqueroso, inevitable. Se quemó el campo. Habrá que ir, sí, a recibir a los peritos, que haya alguien para que se sientan observados y hagan bien su trabajo, que no nos vamos a comer ningún cuento, que esto es Argentina y hay que desconfiar de todos, que para con algo nos tenemos que enojar y qué mejor que buscar un culpable.
Salimos ese mismo día en el último vuelo a Córdoba, sin saber el estado de la casa, sin saber absolutamente nada, alguna foto teníamos pero seguían las esperanzas ingenuas de que hubiera algo que rescatar. Llegamos a las dos de la mañana, pero nadie pudo dormir. A las seis, rodeadas de una nube espesa que dejaba ver tan solo unos metros hacia adelante, subimos al auto para encontrarnos con los desechos. No había nada, lo único que quedaron fueron las paredes, la estructura intacta, pero el techo se había derrumbado para convertirse en ceniza, se derrumbó sobre los muebles de mamá, los muebles que alojaban su historia, que venía guardando hace más de treinta años “para cuando tenga la casa en el campo”, para el día en que su sueño se cimentaría, se afianzaría sobre los peldaños de las sierras cordobesas, a orillas del río, al lado de un puesto que databa del siglo XIX. Ese día se acercaba cada vez más, faltaba el cableado y alguna que otra terminación, después de tres años de obra en el medio de la nada, sin electricidad, agua corriente ni señal de teléfono, el proceso fue tedioso, abrumador, desesperante, porque el ritmo de construcción era inexistente. Pero ya no quedaba nada, los recuerdos se habían transformado en polvo gris, y el sueño que mantenía en vela a mamá, llevándola de remate en remate para encontrar de a poco, las estructuras que harían de esa casa un hogar, mezclados con las pertenencias de hasta su bisabuela, que venía guardando en un depósito en San Telmo, desaparecieron, en un fuego que duró apenas ocho minutos, un fuego que quemó con potencia feroz, como si tuviese hambre de destrucción, todo por la colilla de un cigarrillo mal apagado.
Cosas piolas
Una peli (porque el cine es imagen tiempo)
Beginners [Stremio]. Una película de Mike Mills, que si no lo conocen, vayan a conocerlo. Es el cine que se sigue cuidando a sí mismo, que sigue contando cosas pequeñas de maneras especiales. Cero pretencioso, cero intelectual. Generoso, abierto.
Una cita (porque siempre vienen bien)
“Casi toda mi carrera fue como un desvío” — Andrés Di Tella en Cuadernos.
Una obra (porque nunca es un mal plan)
Durante abril van a haber dos obras activas en el Teatro Astros: Paraguay y Las Reinas. Ambas fueron escritas por Lucía Maciel y Paula Grinszpan. En la segunda, ellas también actúan. Obras livianas, llenas de juego y espíritu. Música y risa. Una nueva experiencia de teatro porque no quiere ser nada más que lo que es.
Un podcast (porque le pone onda a lo automático)
The Witch Trails of J.K. Rowling es un audio-documental que investiga los dichos controversiales de la autora sobre la comunidad trans. Si bien los primeros capítulos pueden parecer tendenciosos, vale la pena escuchar hasta el final. Se nota la excelente calidad de producción y análisis de la serie. Si te convoca el tema, no dudes en escucharlo.
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